El Dr. Padraig O'Casaigh BVSc, PhD, MRCVS con sede en Kentucky, comenzó su viaje hacia el descubrimiento de Chaperonze® cuando era solo un niño en Nueva Zelanda. Era una tradición familiar asistir a las carreras de caballos locales cuando estaba creciendo y se interesó no solo en el caballo, sino también en quiénes eran sus padres y las características comunes entre yegua, semental y potro. Era un ávido amante de los animales y quería convertirse en veterinario desde los cuatro años.
En 1989, a la edad de 21 años, y después de graduarse de la Escuela de Veterinaria, se le ofreció una pasantía en Cirugía Equina en la mejor práctica veterinaria del mundo, Hagyard, Davidson y McGee, (ahora Instituto Hagyard), ubicada en Lexington, Kentucky, EE. UU. En su tercer día en Lexington, visitó una granja de cría para ver al abuelo de un semental al que había seguido durante muchos años en Nueva Zelanda. Casualmente, ese día conoció al Dr. Umphenour, quien se convirtió en un amigo de 30 años y es uno de los sujetos no clínicos que actualmente está siendo tratado con Chaperonze®.
Desde Kentucky, al Dr. O'Casaigh se le seleccionó para hacer su residencia clínica en Reproducción Equina en la Universidad de California, Davis. Inmediatamente comenzó su investigación en sementales y fertilidad, la cual continúa hasta el día de hoy.
El grupo de investigación del Dr. O'Casaigh fue el primero en determinar que el eje de la hormona del crecimiento (GH) era un factor clave en la fertilidad/subfertilidad masculina en todos los mamíferos. El grupo fue el primero en establecer protocolos de tratamiento para manipular este eje, lo que llevó al éxito en el tratamiento de la fertilidad masculina.
El Dr. O'Casaigh, el Dr. Umphenour y Rich Decker, Director de Prestonwood Farms, trataron con éxito algunos sementales de alto perfil en Kentucky (hoy en día, ya no está permitido utilizar GH clínicamente en caballos). Sin embargo, se encontraron con un grupo de sementales mayores que no respondían clínicamente a la GH.
Esto desconcertó al Dr. O'Casaigh y lo impulsó a querer descubrir por qué.
Con la llegada de los cultivos celulares en tubos de ensayo en la década de 1950, se creía que una vez que una célula había sido "liberada" de la constricción o encapsulación de un órgano, se dividiría. Esto se basaba sólidamente en el hecho de que cuando las células dentro de los órganos se encuentran con esta constricción en un embrión/feto en desarrollo, dejan de dividirse. Para consternación de los científicos, las células que se colocaron en un cultivo celular vivirían "bastante felices", pero no se dividirían.
El Dr. O'Casaigh reflexionó sobre las posibles razones detrás de esto y una pregunta persistente fue: "¿sentían las células en un cultivo celular que no tenían necesidad de dividirse?"
La división celular es un proceso biológico vital y como parte de su investigación, el Dr. O'Casaigh había estado estudiando cómo las células madre espermatogoniales en los testículos se dividen para producir nuevos espermatozoides. Lo interesante en este proceso era que el sistema de producción de espermatozoides tenía una abertura por la cual se liberaba el nuevo espermatozoide, por lo tanto, no había constricción.
El Dr. O’Casaigh se preguntó si las células continuaban dividiéndose porque no se les había "indicado" biológicamente que detuvieran la división. Su siguiente pregunta fue: "¿cómo le 'indicas' a una célula que ha dejado de dividirse (como una célula del tendón o del corazón) que puede comenzar de nuevo?"
El Dr. O’Casaigh encontró la respuesta a esta pregunta al observar el entorno que lo rodeaba. Los sistemas biológicos muestran crecimiento después de recibir una "insulto". Algunos ejemplos de este fenómeno son: podar rosales; el crecimiento de los árboles después de un incendio forestal; el entrenamiento de altura de los atletas.
Este descubrimiento llevó a la patente del Dr. O’Casaigh para el Método de cultivo de células adultas, que se puede ver haciendo clic en el siguiente enlace:
https://patents.google.com/patent/US8372644
Cuando se amenaza la mortalidad de una célula, eso la señala para comenzar a dividirse. Además, estas células se comportan como si fueran células completamente nuevas.
¿Cómo es posible esto? La respuesta está dentro de la célula. Las proteínas que regulan activamente la célula y eliminan los desechos celulares se pierden con la edad. Estas proteínas se llaman Proteínas de Chaperona (CP). Las nuevas células cultivadas in vitro por el método patentado del Dr. O’Casaigh están repletas de CP.
A medida que se pierden las Proteínas Chaperonas (CP) con la edad, nuestras células se llenan cada vez más de "proteínas basura". También hay un aumento marcado de radicales libres (ver Renovación y Reparación Celular en la sección Acerca de Chaperonze® del Menú del sitio web). La capacidad de la célula para producir nuevas proteínas se ve obstaculizada por el hecho de que contiene demasiada "basura". El ADN de la célula no ha cambiado, pero su "mensaje" no puede ser traducido para activar nuevas CP porque el sistema se ha ralentizado drásticamente.
Los pensamientos del Dr. O'Casaigh se dirigieron a esos sementales que no respondían a la terapia con GH en la vejez. Las hormonas están hechas de proteínas. Quizás, teorizó, esos sementales mayores no podían responder a la terapia con GH porque sus células estaban demasiado obstruidas con "basura".
La pregunta que surgió en la mente del Dr. O'Casaigh fue: "¿cómo nos deshacemos de la 'basura' celular para permitir que la célula produzca más proteínas?"
Se convenció de que la respuesta estaba en reemplazar las CPs perdidas.
El Dr. O'Casaigh tenía dos modalidades de tratamiento específicas en mente: antienvejecimiento para la salud general y tratamientos específicos para la disfunción celular grave.
Se utilizaron tres especies modelo para lograr esto clínicamente: caballo, humano y gato, y una especie modelo se utilizó para la extracción de CP para uso clínico: ovejas.
Los pasos que el Dr. O'Casaigh estableció para lograr la entrega de una ciencia operativa que proporcione estos protocolos de tratamiento se detallan a continuación:
a) Identificar una fuente de Proteína Chaperona (CP) para el tratamiento y extraer la proteína. La clave de la ciencia es cómo extraer la CP de la unidad feto-placentaria ovina asegurándose de que las proteínas estén completamente intactas y biológicamente funcionales. Se produce en Nueva Zelanda a partir de placenta ovina de origen natural, bajo la supervisión del gobierno de Nueva Zelanda para garantizar su calidad y pureza.
b) Desarrollar una metodología segura y eficaz para tratar a individuos con CP. Utilizando el caballo como especie modelo, el Dr. O’Casaigh ha podido establecer biomarcadores para la identificación de tratamiento eficaz. El caballo es conocido por su sistema inmunológico sensible y, por lo tanto, sirve como un buen modelo de seguridad. No se conocen efectos negativos del tratamiento en ninguna de las muestras de caballo, humano o gato.
c) Desarrollar un método de monitoreo (análisis de sangre). El Dr. O'Casaigh y su equipo de investigación pudieron combinar tres biomarcadores esenciales y establecer la interacción entre ellos. Para lograr esto, establecieron un laboratorio multi-especies de alta calidad, empleando analistas de alto calibre. Utilizaron estos marcadores para establecer regímenes de tratamiento eficaces y el desarrollo de técnicas de monitoreo de investigación.
d) Hacer que este tratamiento de Chaperonze® esté comercialmente disponible para el mundo. El Dr. O'Casaigh y su equipo han desarrollado un producto seguro y eficaz que puede alterar favorablemente el eje de las Proteínas Chaperonas en los individuos tratados. En términos funcionales, Chaperonze® es capaz de desbloquear las células del paciente, permitiéndoles funcionar de manera más eficiente. Los pacientes experimentan literalmente una reversión del envejecimiento celular.
Fabricado en Nueva Zelanda y empaquetado junto con un aceite de transferencia de proteínas orgánico y especializado, Chaperonze® está disponible para su compra en Cellhealth Proteins Ltd.